Aldo Garibay, uno de los mejores instructores de lazo en México y Sudamérica, se quedó estancado como un heeler de nivel 3 hasta que algo hizo clic. Su viaje personal luchando contra lo que él llama un nivel de coordinación “por debajo del promedio” es una lección para las masas de lazo sobre cómo superar la habilidad (o la falta de ella) llenando vacíos en los fundamentos.
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Te has preguntado porque que algunas personas escalan relativamente rápido el sistema de hándicap y cuando los vemos lazar dan la impresión que la tarea fuera mas fácil de lo que realmente es?
Un esquema de entrenamiento continuo y contar con la supervisión de un experto es la principal razón, pero hay un tema del que poco se habla y puede ser la respuesta a todos nuestros males. Y es que esas personas mayormente poseen un alto nivel natural de coordinación.
Una pequeña parte de la población nace con un nivel de coordinación evidentemente alto. Si hacemos memoria a nuestra época de la escuela, eran las personas que resultaban muy buenos para practicar varios deportes, ya que eran hábiles para mover los pies y ambas manos. Hablando de Team Roping, personas con esa condición pueden llegar a un hándicap alto sin incluso haber recibido ningún tipo de clínica o curso, pero son muy observadores a la vez que son también buenos imitadores.
La realidad es que la gente con bajo nivel de coordinación somos la mayoría y debemos saber que nuestra manera de aprender es diferente a la de un coordinado si lo que queremos es verdaderamente seguir evolucionando.
En cuanto a las personas con bajo nivel de coordinación hay diferentes casos y pocos son los que logran pasar la barrera del hándicap 5. Especialmente si no hacen los ajustes necesarios.
Hablando de los que si; hay quienes tuvieron cerca a un familiar o amigo con el conocimiento y la buena voluntad de apoyar. O bien tuvieron periódicamente revisiones por parte de un coach profesional para supervisar que los entrenamientos se estuvieran llevando a cabo de manera correcta y así desarrollar un programa equilibrado.
Lamentablemente la mayoría no corre con la misma suerte. Ya que además de su condición de descoordinados probablemente fueron asesorados con la mejor de las intenciones por compañeros lazadores también de hándicap bajo, quedando susceptibles a lidiar con las mismas limitaciones.
El tema importante aquí, es que si no modificamos nuestro enfoque, las probabilidades de estancarnos permanentemente en un hándicap por debajo del 5 son sumamente altas. En mi caso particular me tomó 10 años salir del numero 3.
Cuando nos estancamos en un numero de hándicap que no somos capaces de llenar, desconocemos el paso a seguir. Desesperados por ser mas rápidos comenzamos a cortar esquinas y chicotear novillos. Compramos un caballo de más motor pero nos damos cuenta que no estamos capacitados para hacerlo lucir como el número alto que nos lo vendió.
Era mas fácil y divertido lazar en aquel caballo 4 cilindros que teníamos que apurar comparado con el 8 cilindros que ahora batallamos para ir deteniendo. No solamente fallamos mas lazos ahora, sino que nuestros compañeros también nos fallan más debido a los malos manejos y los que llegamos a lazar, no son precisamente en tiempos mas bajos que antes.
Yo personalmente poseo un nivel de coordinación por debajo del promedio, es por eso que me tomó muchos años sentir que podía generar constancia en mis lazos de patas.
Recuerdo como si fuera ayer, recibir instrucciones en las clínicas que tomé en aquel tiempo con George Aros y también con el finado Byron Wilkerson en el estado de Arizona. Todo tenía mucha lógica y mi cerebro comprendía perfectamente las instrucciones para corregir mis errores, solo que mi cuerpo simplemente no era capaz de ejecutarlas.
Y qué decir de los videos de los profesionales compitiendo, yo pensaba que ellos nacían superdotados y que yo nunca sería capaz de coordinar mi remolineo con los brincos del novillo. Para un descoordinado resulta muy difícil replicar las cosas que se nos dicen o las cosas que vemos.
Mis alumnos siempre me piden que les ayude a corregir los errores que tienen en su remolineo o en su tiro, pero al hacerles el examen con el que la clínica comienza, resulta que los errores mas graves no están donde ellos creen, y que lo mejor que tienen en ese momento es su lazo. Es por eso que al dummy de piso no le fallan, pero tan pronto enfrentan las variables del novillo el rendimiento cae drásticamente.
La razón por la cual el numero 4 de hándicap es el mas concurrido en el mundo, es porque no se puede llegar mas allá si solo entrenamos enfocados en la mano lazadora, o lo que es lo mismo, sin tomar en cuenta al caballo. Es por eso que debemos cambiar nuestro enfoque en el entrenamiento de “roping mode” (modo lazo) a “riding mode” (modo monta).
La comunicación con el caballo o mejor conocida como “horsemanship” se establece a través de las piernas y la mano que sujeta la rienda. Pero al salir del chute los descoordinados automáticamente llevamos la mayoría de la atención a la mano lazadora y dejamos al caballo prácticamente abandonado.
El enfoque de los mejores lazadores del mundo al salir del chute es completamente riding mode. Esto quiere decir que aproximadamente el 80 % de su atención se encuentra puesta en el caballo y las variables que el novillo pueda presentar, y dejan un 20 % a la mera ejecución del lazo una vez habiendo igualado la velocidad del novillo y colocados en la precisa posición desde donde lazan el dummy. A diferencia de los números bajos que arrancan 30 % riding mode y 70% roping mode y terminan soltando su lazo en condiciones muy desfavorables para llegar a crear constancia.
Basado en mi propia experiencia al durar todos esos años en el numero 3, más la oportunidad que he tenido de trabajar con miles de lazadores ahora como coach, he ido estableciendo un sistema que ha ayudado a mis alumnos a modificar relativamente rápido ese enfoque.
Los descoordinados aprendemos diferente. Pero los coordinados no tienen problema de aprender como lo hacen los descoordinados. Básicamente, doy por hecho que todos mis alumnos fueran descoordinados. Una vez ubicando a los más avanzados, los ejercicios y las sugerencias se van personalizando. T. Harv Eker, en su libro Secrets of the Millionaire Mind menciona esta frase: “Lo que escuchas lo olvidas, lo que ves lo recuerdas, pero lo que haces lo comprendes”. Es por ello que, administrando la energía de sus caballos, realizamos la mayor cantidad posible de repeticiones para implantar en ellos los nuevos conocimientos a través de la memoria muscular.
El objetivo con ellos es que las herramientas de horsemanship recientemente adquiridas estén visibles de inmediato y así se logre crear ese sentido de pertenencia que los ayude a no querer regresar a su antiguo enfoque.
La filosofía consiste en trabajar el 100% del tiempo en habilitar piernas y mano izquierda para que así terminen todos su primer clínica 50 % riding mode y 50% roping mode y eso en alumnos con hándicap 3 y 4 hace una enorme diferencia.
Mi recomendación para los compañeros lazadores que desean mejorar es que se acerquen a un coach profesional y así convertirse en lazadores exitosos en menor tiempo, o bien, recuperar la racha ganadora que tuvieron con su antiguo hándicap al llenar el que ahora tienen. Si quisieran hervir agua, lo podrían hacer con media flama, pero cual sería la razón de hacerlo así, si con la con la flama completa obtienen el mismo resultado en la mitad del tiempo?
Podríamos practicar y practicar tratando de salir adelante, pero si nuestra rutina de entrenamiento incluye muchos errores, entonces la repetición creará hábitos para convertirnos expertos en esos errores. Por ello debemos acercarnos con alguien que nos ayude a establecer los ejercicios correctos. Y entonces si, como dice Tony Robbins: “La repetición se convierte en la madre de toda habilidad.” TRJ